(México, 1886 - 1957)
Diego Rivera trabajó en Europa desde 1907 hasta su regreso a México en 1921. Fue en su regreso a un México postrevolucionario que Rivera comenzó a pintar magníficos murales, donde descansa gran parte de su reputación. Un gran dibujante, Rivera era capaz de retratar a la gente común: indios, marchantes y trabajadores con gran dignidad y con un sentimiento monumental de la proporción.